Papa-Branding

Ayer estuve trabajando con unos amigos y uno de ellos definió “papá” como la forma en que explicaría a su hijo de 6 años el significado de una “lovemark”

Me pareció espectacular pensar en cómo le brillan los ojos a Mateo (mi hijo) cuando pronuncia la palabra “papá”. No es la palabra. Es su sonrisa, el brillo en sus ojos, la luz en su rostro. Es confianza, es alegría, es disfrute, es “contigoahoratequieromuaaaaac”.

Pensar en papá y en una marca, me detona mucha confusión.

Me cuesta trabajo pensar en un acto de compra que genere tanta energía. Me cuesta trabajo creer en la existencia de una sola marca que genere tanto alrededor, de forma tan fácil y al mismo tiempo tan poderosamente, como para igualar tanta luz y tanta energía.

Confundir el amor con un acto de compra, a mi juicio, es lo más parecido a comercializar el brillo de los ojos de Mateo. Siento que no le devolvería ni una millonésima parte de lo que me entrega. Siento que le estaría traicionando.

Y lo cierto es que me encantó la forma de explicar lovemark a un niño de 6 años. Me he quedado pillado.

¿Dónde aprendí yo la traición?, ¿Será que no merece la pena explicar las emociones?, ¿Acaso explicamos la sensación de que el tiempo ha pasado volando cuando estoy haciendo algo que me encanta? Basta con mirar a alguien que haya sentido lo mismo alguna vez y el brillo de sus ojos lo dirá todo.

Me sobran las explicaciones.

Seguimos hablando…

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2012: Año Mítico

[Transcripción parcial del mensaje 2012 de Julio Olalla para la comunidad Newfield extraído de youtube.com:“El 2012 es un año mítico”
 “…cambio en el tiempo del ser humano…”.

No es el fin de un mundo como predecían los Mayas “… es el fin de un mundo, es el fin de una manera de habitar la Tierra”
El 2012 es una año en que debemos “… trabajar en un aprendizaje que apunta a habitar el planeta con amor, habitar el planeta consciente-mente, habitar el planeta alegremente y cuidándolo”
“… re-formular lo que significa una buena vida para la humanidad…”
“…este año nuestra tarea de aprendizaje implica un simbolismo mayor, lleno de luces..”
Vivimos ahora una “…profunda agudización de los polos opuestos, de las contradicciones”
“…Tiempos de agudas contradicciones” “… todos los días aparece intensamente la luz y la sombra del vivir”
“…Declarar que este 2012 va a ser una año de aprendizaje y profunda acción”

“…Aprender a vivir la Tierra con amor” …]



¿Cómo supone aprender a vivir en este planeta con amor? , ¿Puede ser empezar a cuestionarse el propósito individual de cada uno de nosotros en este planeta? 


Me gustaría añadir mi interpretación de este mensaje, con una cita que encontré atribuida a Osho :”…El momento en el que eres capaz de sentirte agradecido por la alegría y el dolor, sin distinción, sin elección, simplemente sentirte agradecido por lo que recibes… Puede que te guste, puede que te disguste, y será necesario para tu crecimiento. Invierno y verano son necesarios para nuestro crecimiento. 
Una vez que esta idea se instaura en tu vida, cada momento es un momento de gratitud… Entonces sentirás que surge un silencio y un gozo desconocido en tu corazón.” 


…Seguimos conversando.

…y ahora ¿qué?

Si tuviera que decidir ahora mismo cuál es el siguiente paso a dar en mi vida, me permitiría dar ese paso aún a sabiendas de que mañana pensara que no había sido el paso que quería dar.

Me he encontrado en mi vida más de una vez en la misma situación y ahora tengo claro que no hay espacio para la equivocación.

Estos meses pasados y mis visitas a Colombia me han servido para tirar a la basura muchas de las explicaciones que han marcado mi vida. Equivocarse supone disponer de una verdad a la que aferrarse para justificar las decisiones que uno toma en la vida. Si no hay explicaciones, no puede haber errores y tampoco aciertos. Y esa es la gran liberación.

Tirarse toda una vida pensando en acertar o errar supone una pérdida de energía brutal.
No existe el error cuando una actúa. Querer hacer supone haber juzgado el acto antes de actuar, hacer es vivir sin ataduras. Hoy decido hacer y eso es lo que me sale de las entrañas. Ya habrá tiempo de decir perdón, lo siento, te quiero o rectifico.

… Y seguimos hablando.

Hace unos días me toco vivir una experiencia inolvidable. Delante de casi 100 personas me tocó reconocer que iba a dejar de hablar para empezar a escuchar. Los que estabais conmigo en Bogotá seguro que lo recordáis: ¡Bendita tarea!
A partir de ese momento empecé a darme cuenta de la cantidad de momentos que me he perdido en mi vida. Empezando por no aceptar la realidad en la que encontraba al no dejar que mi cabeza escuchara nada mas allá de mi discurso, de mis ideas fijas, de mis juicios. ¡Cuànto tiempo consumido!, ¡Cuánta energía malgastada!, ¡Cuánta información perdida!
Esta semana me toca hablar y dejar por escrito en este post la cantidad de sorpresas que me he llevado. Empiezo por concatenar un par de noticias. La primera tiene que ver con la declaración de hambruna en Somalia por parte de Naciones Unidas y la segunda con el coste de rescatar a Grecia por segunda vez. Lo que he escuchado se resume en la siguiente pregunta: ¿Qué le urge más a este mundo rescatar una economía o salvar vidas?. Me temo que no me atrevo a responder a esta pregunta porque me echaría a llorar. Y no serian lágrimas de tristeza.
Otra sorpresa. El partido perdedor de las ultimas elecciones municipales en España, actualmente al frente del ejecutivo, decide convocar elecciones generales anticipadas el 20 de noviembre – fecha que coincide con el aniversario de la muerte del dictador Franco. Resumo lo que he escuchado con otra pregunta: ¿Merece la pena apelar a un juego palabras -en este caso de fechas- para revolver la memoria histórica con fines políticos? La respuesta me la ahorro porque la
clase política en España se autocalifica con cada actuación. Y ahora si derramo lágrimas de tristeza.
La mayor de las sorpresas tiene que ver con el cansancio. ¿Alguna vez os habéis preguntado el porqué de que vuestras expectativas no se cumplan?, ¿Por qué la realidad no me devuelve lo que yo esperaba?
En mi caso ha sido una pregunta recurrente. Ahora descubro al dedicarle más tiempo a observar y a escuchar que a hablar, que la realidad siempre me puso la respuesta adecuada, fui yo el que siempre escuchaba mis pensamientos y nunca dejaba hablar a la realidad. Ahora entiendo que siempre hay información en cada desdicha, un aprendizaje en cada pena, una lección en el presente. Escuchar depende de cada uno de nosotros, la información siempre estuvo ahí fuera. Al final va a ser verdad aquello de los Expedientes X: “The truth is out there”…
La information siempre está ahí fuera, la “verdad” la construye cada uno tamizada por la vivencias que llevamos dentro. Y cada uno la suya.
¿No será que no me tocaba?, ¿No será que no podía haber premio para el que nunca ha aprendido del fracaso?, ¡Qué arrogancia pensar que la realidad mancilla mis expectativas! Y ahora derramo lágrimas de alegría.
Vuelvo a callar. Seguimos escuchando…

Hulapaipo o el pueblo de la ilusión.

A 460 millas náuticas de Ciénaga (Colombia) entre la isla de San Andrés y Providencia, en pleno Caribe, habitó una vez por encima de la superficie del mar, la isla de Hulapaipo.

La isla de Hulapaipo albergaba en su seno a los hulapaipos. Unos indígenas altos, muy altos, con la cara redondeada y los ojos del color del mar, del color del mar en cada época del año. Se decía que que la sonrisa de los hulapaipos inspiraba la ternura y la bondad de la mirada de una madre al sostener por primera vez a su bebe en sus brazos. Una sonrisa interminable y acogedora, una sonrisa maravillosa, llena de deleite y encantamiento.

Los hulapaipos adoraban una única deidad de la nunca se han obtenido representaciones gráficas. Cuenta la leyenda que cada hulapaipo albergaba en sus entrañas a la diosa Saba, en lo más profundo de su estómago. Los hindúes llaman a este espacio “Manipura” o tercer chacra. Este espacio es el responsable de los procesos purificadores del cuerpo y de la limpieza de toxinas. Los hulapaipos eran puros y estaban exentos de emociones tóxicas. Su confianza en el proceso de su existencia les hacía vibrar en una longitud de onda muy pura. En Hulapaipo el vocablo “mingo” significa tesoro o sorpresa. Todos los hulapaipos atesoraban una sorpresa, un tesoro en sus entrañas.


Cuentan los pescadores de pargo rojo de la zona marítima entre San Andrés y Providencia, que alguna vez al regresar de sus labores de pesca habían conseguido ver la isla de Hulapaipo. En realidad ningún pescador adulto lo había conseguido ver, solo los hijos de pescadores que habían acompañado en alguna ocasión a sus padres en las labores de pesca, relataban haber visto una isla a mitad de camino entre San Andrés y Providencia. Curiosamente la mayoría de testimonios de avistamientos de la isla de Hulapaipo coinciden con vísperas de Navidad y Nochevieja entre las 6.30 y las 7.00 de la madrugada. Al parecer la isla emerge con toda su claridad y su magia. Los más infantes cuentan como se adivinaba la silueta de hulapaipos en la orilla, cubiertos por una luz multicolor que se confunde con el blanco fatuo de la isla. Algún historiador de la zona, conocedor de la leyenda sobre los hulapaipos, describe que la arena de las playas de esta misteriosa isla estaba formada por granos minúsculos del mineral “puramani”, un mineral más duro que el diamante y que solo la lava del volcán de la isla de Hulapaipo y la erosión del mar conseguía deshacerlo. Las arenas de puramani eran las arenas más blancas, inmaculadas y brillantes del Caribe.

Lo más sorprendente sobre la leyenda de este pueblo hulapaipo, es que la existencia de estos habitantes estaba basada en la magia, en el misticismo y en la confianza. Se habla de un ritual divino que hacía que el pueblo hulapaipo fuera tan especial y tan diferente al resto de pueblos indígenas de la zona.

Todas las semanas los hulapaipos repetían un ritual mágico. El sexto día de su calendario semanal, “dosaba” o día de la diosa Saba –diosa de la intuición y la incertidumbre- todos y cada uno de los hulapaipos se encomendaban a su deidad para que les mostrara el camino hacia sus sueños y les ayudara adivinar por sí mismos los retos de la semana siguiente. Cada sábado del calendario hulapaipo era un día de magia e iluminación.

Al final del día y al inicio del día siguiente, el “mingodo” en dialecto hulapaipo “día de “mingo” o día del tesoro y la sorpresa, cada hulapaipo se levantaba con el discernimiento para afrontar los retos de la semana siguiente. La intuición y la sorpresa eran la base de la magia de los hulapaipos. No existían preocupaciones, no había miedos, la intuición se encargaba de los detalles y mágicamente todos los domingos la solución a sus retos, a sus inquietudes aparecía de forma misteriosa delante de sus ojos. Un milagro todas las semanas. Una rutina milagrosa.

Un día, que algunos historiadores se aventuran a hacer coincidir con el 12 de octubre de 1492, la isla desapareció. La leyenda cuenta que cuando el mundo vibre con la misma energía de todas las Nochebuenas y Nocheviejas del año, la isla emergerá de nuevo y los hulapaipos serán los maestros de toda la humanidad.


Otros historiadores fijan la desaparición de la isla coincidiendo con el final de la Edad Media, la aparición de los primeros físicos en Europa y el declive de los alquimistas. Relatan que muerta la Alquimia, desapareció la isla de Hulapaipo.

Todo son conjeturas, lo único cierto es que entre San Andrés y Providencia ya no existe ninguna isla y que muchos son los hijos de pescadores de la zona que relatan un color blanco, puro y divino, que parece rodear a una isla que emerge de la nada entre las 6.30 y las 7.00 de la madrugada, coincidiendo con las vísperas de Navidad y Nochevieja.

¡Un pueblo sabio, el Hulapaipo!

Dan ganas de encomendarse este mismo sábado a la diosa Saba y a su intuición, para recoger la sorpresa al día siguiente. Yo tengo la esperanza de que algún día todos haremos emerger de nuevo a la isla de Hulapaipo y volveremos a vibrar con la ilusión de un niño pequeño.

Una nueva forma de hacer.


Imagínate que alguna vez en la vida percibes que hay algo dentro de ti completamente nuevo y crees que a partir de ese momento cambian los cimientos de tu forma de percibirlo todo. Ahí me encuentro ahora mismo. Y todo gracias a personas, a seres humanos.

Las empresas no puede comunicar ni crear nada nuevo porque no tienen cuerpo ni alma. El cuerpo y alma de las organizaciones lo componen todos y cada uno de sus empleados. Si sus empleados no vibran de forma especial con sus clientes, no es posible construir nada nuevo, nada evolutivo.
La forma en la que se relacionan las personas no puede ser reemplazado por comunicación. La imagen de las compañías se construye por el sumatorio de experiencias de interacción entre personas. No podemos construir una experiencia con publicidad, ni con comunicación. Si las personas no generan esa experiencia en su interacción con otros seres, hablemos de empleados y clientes en este caso, no es posible construir una experiencia nutritiva a través de la comunicación. La virtualización de las relaciones actuales (teléfono, e-mail, redes sociales) solo alarga el brazo de la comunicación, de la publicidad, pero en el momento de interactuar las personas es donde esa promesa se transforma en un ejercicio consistente o inconsistente. Son las personas en su interacción con otras personas las que crean algo nuevo. La publicidad sólo anticipa promesas y las promesas no cumplidas generan cadenas de rupturas de compromisos.
Sustituir el trato personal por la generación de mensajes o la interacción virtual entre personas -empleados y clientes- es destruir el mágico momento de una relación cara a cara. Pretender hacer llegar la misión, la visión y los valores de una empresa a través de la publicidad, la comunicación o a través de relaciones virtuales, supone reducir la relación entre una empresa y sus clientes a mensajes, a lenguaje, renunciando al contacto físico y limitando drásticamente la parte más emocional de la interacción entre seres humanos.
Hoy reconozco que he dejado de creer en el poder transformacional de la publicidad y de las relaciones virtuales para generar un mundo bello. Hoy inicio mi camino de aprendizaje.
Seguimos hablando.

Wikileaks y la prueba del CinExin®

Hace unos meses hacía una reflexión sobre la posibilidad de que la ausencia de privacidad en nuestros pensamientos cambiara el mundo.

En un post de julio de este año (quantum markethink: La prueba del CinExin®) esbozaba una teoría basada en lo diferente que sería el mundo si nuestros pensamientos se proyectaran sobre cualquier superficie, de forma simultánea, visibles para todo el mundo. Básicamente lo que proponía era la ausencia de privacidad de nuestros pensamientos. Como consecuencia, todo aquello que pasara por nuestra mente quedaría revelado a la humanidad en el mismo instante en que se produjera ese pensamiento. A raíz de esa reflexión, la primera derivada sería que la mayoría de nosotros evitaría tener pensamientos que pudieran herir a nuestros interlocutores.

Algo muy similar está ocurriendo en la actualidad con las filtraciones de Wikileaks. Han transcurrido menos de 5 meses desde aquel post y las revelaciones de Wikileaks están conmocionando a la opinión pública. Las primeras confidencias que nos llegan vía el diario El País, versan sobre opiniones y juicios de valor realizados por miembros de la diplomacia de EEUU. Todos los medios de comunicación están confiriendo categoría de verdad absoluta a estas filtraciones, cuando en realidad no son otra cosa que opiniones sumarísimas de tipos cuya valía podríamos cuestionar si conociéramos más en profundidad sus condicionamientos y creencias. La mayoría de los comentarios sobre los miembros del ejecutivo español fueron emitidos por el ex-embajador de EEUU en España, Eduardo Aguirre. Un norteamericano de origen cubano y tipo de confianza del ex-presidente George W. Bush. Conocido este hecho, yo me plantearía muy mucho tomar al pie de la letra sus juicios de valor.

Dicho lo cual, wikileaks es mucho más que los comentarios confidenciales de Eduardo Aguirre a la Secretaría de Estado del gobierno de EEUU. Wikileaks es la prueba del CinExin® en materia de secretos de estado.

Dado que somos una sociedad morbosa que anhela conocer la vida del de al lado a cualquier precio, la insana curiosidad de la mayoría de nosotros al acceder a secretos de estado nos hace inmediatamente elaborar nuestra imaginaria teoría de la conspiración. El guión de la ventana indiscreta de Hitchcock en nuestras manos. ¡Nunca fuimos tan morbosamente felices!

Afortunadamente Wikileaks ha conseguido que el mundo se vuelva más cauto a la hora de elaborar recomendaciones sobre política internacional utilizando el sistema de cable. Espero de corazón que las revelaciones de Wikileaks no solo cuestionen el sistema de comunicación, sino también el estilo y la frivolidad de del contenido comunicado. Espero que Wikileaks sea una llamada a la transparencia y a la honestidad de los que tratan habitualmente con información etiquetada de “confidencial”.

¿Nos comportaríamos del mismo modo si nuestro interlocutor tuviera acceso a nuestros pensamientos?. Somos algo más que nuestra imagen externa. Ese es el problema, prestamos más atención a la imagen que proyectamos que a nuestra imagen interna. ¿Quiénes somos?. Hemos construido una identidad que no tendría razón de ser si no tuviera el visto bueno externo. El ok de los demás. Falta autenticidad en este mundo en crisis. Faltan líderes.

La prueba del CinExin® ofrecería más transparencia a esta sociedad carente de referentes. La prueba del CinExin® aceleraría el proceso global de la búsqueda de una identidad individual.

Seguimos hablando.

Generando sonrisas

Hundir los dedos en una barra de pan caliente; cocinar un plato y saborearlo después, a sabiendas de que ha salido rico; el primer paseo descalzo por la playa después de mucho tiempo; secarte al sol en verano; levantarte un sábado por la mañana con el sol en los ojos; el olor de una lluvia de verano; otoño, en casa “calentito” y fuera lloviendo; terminar algo que te ha llevado mucho tiempo; cuando lees algo y todo encaja; comenzar un viaje no planeado; salir del trabajo y todo el fin de semana por delante; el silencio que deja la nieve; reír soñando; soñar despierto; el olor de la albahaca recién cortada; una piel de melocotón; el primer sorbo de café con leche por la mañana; el silencio cuando necesitas estar solo; un desayuno temprano en Sevilla; la nieve virgen crujiendo bajo tus pies; aprender, cuando no tienes expectativas; el periódico por la mañana; el olor del pan recién salido del horno, sin saber que el sabor te va decepcionar; saber que mañana tienes todo el día por delante; el olor de la trufa recién rayada; alguien que se cae y se ríe de sí mismo; un político que admite haber cometido un error; la mirada de alguien agradecido cuando te ha entendido; una mirada de gratitud; queso, vino; membrillo y nueces; satisfacción; añoranza; miedo; incertidumbre y buenas vibraciones;
… Y una sonrisa de mi hijo Mateo.